Un café, una reunión y una metida de pata monumental

¿Alguna vez te has encontrado en una reunión de trabajo, convencido de que la idea que estás a punto de proponer es revolucionaria, solo para que, dos semanas después, te preguntes: “¿En qué estaba pensando?”  tranquilo, no es que hayas perdido neuronas por exceso de café, ¡es tu cerebro y sus famosos sesgos cognitivos!

Piensa en tu cerebro como un asistente administrativo muy eficiente, pero con tendencia a ir por el camino fácil. Quiere ahorrar tiempo, energía y, a veces, se pasa de listo (muchas veces). Así, mientras tú crees estar tomando decisiones brillantes ( ¡¡esto no la ha pensado ni Einstein!!), él está aplicando atajos mentales que, en el contexto laboral, pueden convertirse en verdaderos sabotajes de tu productividad y relaciones laborales.

Hoy vamos a descubrir algunos de los sesgos más comunes que aparecen en el trabajo, cómo te engañan sin que te des cuenta y qué puedes hacer para no caer (tan seguido) en sus trampas.

¿Qué son los sesgos cognitivos en el contexto laboral?

Los sesgos cognitivos (como recordarás del anterior artículo) son atajos mentales que utiliza nuestro cerebro para procesar la información más rápidamente. Kahneman (2011) nos explica que estos atajos son parte de nuestro “Sistema 1”, el modo rápido, automático e intuitivo de pensar. Este sistema es ideal para situaciones en las que necesitamos reaccionar en segundos, como esquivar una pelota que va directo a nuestra cara. Pero cuando se trata de decisiones laborales complejas, este sistema puede jugarnos malas pasadas.

Sin embargo, no todo está perdido. Aquí es donde entra en juego el “Sistema 2”, el modo lento, deliberado y analítico. Este sistema es como ese amigo prudente que te dice: “espera un momento, ¿estás seguro de que esta es la mejor opción?”. El Sistema 2 requiere más esfuerzo y energía mental, pero nos ayuda a evaluar cuidadosamente la información, cuestionar nuestras primeras impresiones y tomar decisiones más racionales.

Por ejemplo:

  • Sistema 1 te dice: “este candidato tiene un apretón de manos firme y se ve seguro. ¡Debe ser competente!” (Efecto halo, ahí estás otra vez.).

  • Sistema 2 interviene y te sugiere revisar su currículum, comprobar sus referencias y considerar si su experiencia realmente encaja con lo que necesitas.

El desafío en el trabajo es que, por el ritmo frenético y la sobrecarga de tareas, solemos dejar que el Sistema 1 tome el control mientras el Sistema 2 se queda dormido en su escritorio y generalmente no lo despertamos ni con dos cafés.

Ejemplos de sesgos cognitivos en el trabajo (y cómo te sabotean)

1. Sesgo de Confirmación: Solo veo lo que quiero ver

¿Qué es? el sesgo de confirmación ocurre cuando solo buscas, recuerdas o interpretas información que respalda tus creencias o hipótesis preexistentes.

Ejemplo laboral: estás convencido de que tu nuevo colega, Juan, es un desastre porque llegó tarde una vez. A partir de ahí, cada pequeño error de Juan lo ves como una confirmación de tu teoría, ignorando todas las veces que hace bien su trabajo. ¡Felicidades, acabas de ponerle una etiqueta invisible a tu compañero!

Impacto: esto puede llevar a decisiones injustas, evaluaciones de desempeño sesgadas y tensiones innecesarias en el equipo. (¡¡Piénsalo!!)

Antídoto: antes de juzgar o tomar una decisión, desafía tus propias creencias. Pregúntate: “¿estoy viendo toda la información o solo la que me conviene ver?” hablar con otros colegas puede ayudarte a ver diferentes perspectivas.

2. Efecto Halo: cuando una cualidad eclipsa todo lo demás

¿Qué es? el efecto halo ocurre cuando una característica positiva (o negativa) de una persona afecta cómo evaluamos el resto de sus habilidades.

Ejemplo laboral: María hizo una presentación espectacular y, de repente, parece que todo lo que hace es oro puro. Nadie cuestiona sus propuestas, incluso cuando su plan de marketing es tan efectivo como una receta de cocina sin instrucciones.

Impacto: esto puede llevar a una toma de decisiones errónea y a una falta de objetividad en las evaluaciones. (¡¡Piénsalo!!)

Antídoto: haz una lista objetiva de los pros y contras de cada decisión o desempeño, sin dejar que una sola característica influya en tu juicio general.

3. Sesgo de Disponibilidad: Lo que más recuerdas es lo que más pesa

¿Qué es? este sesgo hace que sobrevaloremos la importancia de información fácilmente recordable, especialmente si es reciente o impactante.

Ejemplo laboral: después de una presentación que salió mal, empiezas a pensar que “siempre fallas” al hablar en público, aunque en realidad solo fue una mala experiencia reciente.

Impacto: esto puede disminuir tu confianza y llevarte a evitar oportunidades importantes. (¡¡Piénsalo!!)

Antídoto: recuerda otros momentos en los que tuviste éxito. Lleva un registro de tus logros para contrarrestar estos recuerdos negativos. Este es une ejercicio que utilizamos bastante en psicología.

4. Sesgo de Anclaje: La primera impresión lo determina todo

¿Qué es? nos aferramos demasiado a la primera información que recibimos, incluso cuando hay evidencia que sugiere lo contrario.

Ejemplo laboral: durante una negociación de salario, si tu jefe menciona primero una cifra baja, cualquier cantidad que discutas después parecerá excesiva.

Impacto: puede llevar a acuerdos desfavorables o decisiones equivocadas por estar “anclado” a una referencia inicial. (¡¡Piénsalo, pero mucho!!!)

Antídoto: antes de entrar a una negociación o toma de decisiones, establece tus propios parámetros y no te dejes influir por el primer número o dato que escuches.

5. Sesgo de Atribución: Cuando todo es culpa de los demás

¿Qué es? el sesgo de atribución ocurre cuando explicamos el comportamiento de las personas basándonos en su personalidad o capacidades, pero justificamos nuestro propio comportamiento por factores externos o circunstancias.

Ejemplo laboral: tu compañero no entrega un informe a tiempo y piensas: “es un irresponsable”. Sin embargo, cuando no entregas un informe a tiempo, dices: “es que he tenido demasiadas tareas y el jefe no me da tregua”. La escusa del jefe es mas vieja que el mundo… ¡Piensa otra!, si la vas a hacer, aunque con este curso que te estoy dando seguro que ideas otra cosa.

Impacto: este sesgo puede llevar a juicios injustos y a un ambiente de trabajo donde la empatía brilla por su ausencia. Además, puede generar conflictos y obstaculizar el trabajo en equipo.

Antídoto: antes de juzgar a alguien, reflexiona sobre las circunstancias que podrían estar afectando su desempeño. Aplica el mismo nivel de comprensión que usarías para ti mismo. ¡Un poco de empatía nunca está de más!

6. Efecto Dunning-Kruger: cuando crees que sabes más de lo que realmente sabes

¿Qué es? el efecto Dunning-Kruger describe la tendencia de las personas con menos habilidades o conocimientos en una materia a sobreestimar sus capacidades. Por el contrario, quienes realmente son competentes suelen subestimar sus habilidades.

Ejemplo laboral: un empleado nuevo cree que puede liderar un proyecto complejo después de un par de semanas en la empresa. Mientras tanto, un colega con años de experiencia duda de sí mismo porque es consciente de todos los factores que influyen en el éxito del proyecto.

Impacto: este sesgo puede llevar a decisiones mal informadas, asignación de tareas a personas equivocadas y falta de confianza en los verdaderos expertos. (Ya no te digo que hacer…)

Antídoto: fomenta una cultura de aprendizaje continuo y retroalimentación constructiva. Reconocer nuestras limitaciones es una habilidad, no una debilidad. ¡La humildad profesional es sexy!

Bonus: cómo se interconectan estos sesgos en el trabajo

Imagina una reunión de equipo donde el sesgo de confirmación lleva a aceptar una idea sin cuestionarla, el efecto halo hace que solo escuchen al colega más carismático, y el efecto Dunning-Kruger lleva a alguien sin experiencia a proponer una estrategia desastrosa. ¡La combinación perfecta para un proyecto que podría acabar en el museo de los fracasos corporativos!

¿Por qué es importante conocer estos sesgos en el trabajo?

Si estos sesgos se apoderan de tus decisiones, podrías estar saboteando tu carrera sin darte cuenta. Las consecuencias incluyen:

  • Evaluaciones injustas: puedes perder talento valioso por dejarte llevar por primeras impresiones.

  • Decisiones estratégicas deficientes: las ideas innovadoras podrían ser rechazadas por aferrarse a patrones antiguos.

  • Ambiente laboral tenso: los prejuicios y juicios apresurados generan conflictos innecesarios.

Reconocer estos sesgos es tu primer paso para crear un ambiente laboral más justo, eficiente y colaborativo. ¡Tu cerebro puede ser tramposo, pero tú puedes ser más listo! (jaja)

¡Esto no termina aquí!

Ahora que sabes cómo los sesgos afectan tu vida laboral, ¿te animas a identificarlos y superarlos? Esto es solo el comienzo de nuestra aventura por los recovecos de la mente. ¡Prepárate para más descubrimientos! Próximamente exploraremos:

  • Parte 3: Sesgos cognitivos y relaciones interpersonales.

  • Parte 4: Sesgos cognitivos en tiempos de estrés y ansiedad.

  • Parte 5: Cómo los sesgos cognitivos afectan las decisiones de consumo.

  • Parte 6: Estrategias prácticas para identificar y superar los sesgos.

¡Nos vemos en el próximo artículo! Y recuerda, no siempre puedes confiar en tu cerebro, pero siempre puedes aprender a conocerlo mejor.

Bibliografía

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